20- 24 de noviembre de 2011
Nuestro siguiente destino en Laos es Luang Prabang, una ciudad muy bonita, reconocida como patrimonio de la humanidad, por sus muchos templos budistas y arquitectura francesa colonial.
La mejor manera de transportarse de Huay Xai a Luang Prabang es en barco por el río Mekong. El romántico viaje dura casi dos días enteros, con parada nocturna en el pueblo de Pakbeng. La alternativa es un viaje en autobús de 14 horas sobre carretera polvorienta y con muchas curvas.
Tras dos días en barco, y antes de eso, 3 días en la jungla, decidimos que Luang Prabang es un buen sitio para darnos un pequeño lujo, y nos quedamos en un sitio más caro que costumbre con la primera ducha de verdad (con propio recinto) en cuatro meses (normalmente las duchas en Asia son únicamente una alcachofa en la pared que moja todo el suelo y el váter).
Pronto nos dimos cuenta que Luang Prabang no es un sitio especialmente barato. Aparte de los hoteles, la comida tiene casi precios europeos, y para entrar en muchos templos tienes que pagar entrada (cosa que no vimos nunca en, por ejemplo, Tailandia). Aunque todavía un destino mochilero, Luang Prabang con su nuevo aeropuerto, también recibe manadas de turistas que vienen en viaje organizado. Esto inevitablemente sube la calidad pero también los precios.
Esto no significa que no hay chollos por encontrar para el mochilero determinado 🙂 Al lado del río Mekong hay algunos puestecillos que sirven tallarines por un euro y una noche probamos hacer nuestra propia sopa. Todas las mesas están preparadas con un hueco incorporado donde ponen el carbón. Encima colocan una olla con caldo y te dan un plato con los ingredientes a echar cuando empiece a hervir el agua: verduras verdes cuyos nombres desconocemos, setas, tofu, tallarines, ajo, unos chilis y huevos. ¡No estaba nada mal!
Luang Prabang tiene más 70 templos, y los más importantes están situados a una distancia cómoda de la zona de hoteles. Desde uno de ellos, encima de una colina, veías toda la ciudad y los alrededores- el sitio perfecto para ver la puesta de sol. ¡Al final acabamos con sobredosis de templos! Antídoto: excursión a las cascadas Kuang Si a unos 30 kms de la ciudad (con chapuzón incluido). ¡Preciosas!
El último día nos levantamos temprano, sobre las 6 de la mañana para un evento bonito. Todas las mañanas decenas de monjes de la ciudad acuden a la calle principal para recibir donaciones de la gente, que se coloca en fila, sentada, esperando a la larga cola de monjes. Cada monje recibe en su cesta un poco de arroz, verduras y fruta. Todo ocurre en silencio absoluto. Aunque vimos algún que otro extranjero haciendo donaciones, no se les anima a los turistas a participar ya que para los monjes este acto no es una atracción turística ni comercial.
Luang Prabang nos ha encantado pero todo bueno termina y por el bien de nuestro bolsillo toca moverse un poquito otra vez. Siguiente destino: la capital, Vientiane, casi 400 km al sur.
Precios medios en Luang Prabang:
Viaje en barco de dos días Huay Xai-Luang Prabang: 25 euros
1 Capuccino en una cafetería cualquiera: 1,5 euro
Sopa para dos «haz-lo-tu-mismo»: 2 euros
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