1 julio, 2012

Visita relámpago a Uruguay (Montevideo y Colonia de Sacramento)

26-30 de junio de 2012

Ójala todos los pasos fronterizos fuesen tan sencillos como éste: por la noche, en el autobús, le dejamos nuestros pasaportes a la azafata, y al despertarnos por la mañana, nos los devolvió, sellados, junto con el desayuno. ¡Nada de colas, esperas o perros olfateando el equipaje!

En lugar de ir directamente a Buenos Aires, decidimos tomar un desvío para una toma de contacto inicial con Uruguay, país vecino de Argentina, pero mucho más pequeño. Como sólo teníamos 4 días, decidimos visitar la capital, Montevideo, y una de las ciudades más turísticas, Colonia de Sacramento.

Los dos países vecinos no son tan diferentes: comparten bastantes elementos culturales, además de esa forma de pronunciar la ‘y’ como si fuese una ‘sh’ (sssho me ssshamo Felipe). Se disputan entre ellos el nacimiento del tango y el dulce de leche (el taxista que nos recogió en la estación de autobuses de Montevideo insistió que no hay lugar a dudas, y que la posible confusión es producto de una buena estrategia de marketing por parte de los Argentinos). También los uruguayos son fanáticos del mate (yerba), con una pequeña diferencia: estos últimos van a todos lados con su termo de agua caliente! No es raro ver a personas de todas las edades en cualquier lugar con el termo en una mano y el mate (recipiente) en otra: los más preparados llevan una bolsa especial para transportar todo. Nota: tanto la yerba como el recipiente en el que se toman reciben el nombre de “mate”; la pajita con la que beberlo es la bombilla (bombisssha, que dirían aquí).

Montevideo es una ciudad tamaño medio (alrededor de 1,3 millones), de anchas avenidas, largas playas (aunque no era la temporada y la temperatura no acompañaba), parques y algunos edificios interesantes. En resumen, un buen lugar donde pasar un par de días agradables. Pero una de las cosas que más nos ha gustado es su afición por las meriendas, auténticos festines! Nosotros siempre pedimos la merienda para una persona, que era más que suficiente para los dos…

Hacía cinco meses (desde Bali, Indonesia) que no me cortaba el pelo, así que fui a una peluquería de Montevideo donde, por primera vez en mucho tiempo, no tuve problemas de comunicación con el peluquero. ¡Así da gusto!

Cuenta la leyenda que todo aquel que deje su candado en la llamada “fuente de los candados” volverá un día a Montevideo. Por desgracia, los candados para un mochilero son algo de lo que no se puede prescindir, así que no dejamos el nuestro; esperamos poder volver algún día en cualquier caso!

Junto al Atlántico en Montevideo

Junto al Atlántico en Montevideo

Merienda "para una persona"

Merienda «para una persona»

Centro de Montevideo

Centro de Montevideo

Fuente de los candados, Montevideo

Fuente de los candados, Montevideo

En la peluquería (ya era hora)

En la peluquería (ya era hora)

Tras dos días en el hostel Ukelele, donde tuvimos tiempo para ver la semifinal de la Eurocopa frente a Portugal, y de conocer a Stephen, que lleva viajando desde 1999 (con unas muy breves visitas a Inglaterra), nos marchamos hacia Colonia de Sacramento, probablemente la ciudad más turística de todo Uruguay, un destino muy popular para los porteños (habitantes de Buenos Aires), sobre todo en verano.

Esta pequeña ciudad cuenta con un centro histórico muy fotogénico, con calles empedradas, edificios antiguos y farolas estilo antiguo (en las que no pegan nada las bombillas de bajo consumo). Colonia fue fundada por los portugueses en 1680, y fue cambiando de manos sucesivamente, entre portugueses y españoles. Posee una ubicación estratégica, controlando la entrada al Río de la Plata.

En la zona del barrio histórico se concentran la mayoría de bares y restaurantes, así que hasta allí nos dirigimos para probar algunas delicias locales. Los uruguayos, al igual que los argentinos, son muy amantes de la carne a la parrilla, pero por suerte también cuentan con buen pescado, pasta, queso y vinos. Como anécdota, y dado que estuvimos en este país el 29 de junio, comentaremos que los 29 de cada mes es el “día de los ñoquis”. Debido a las penurias que en tiempos anteriores pasaba parte de la población para llegar a final de mes, cuando el 29, muchas familias sólo alcanzaban a estas alturas para preparar este plato, que se cocina con patata y harina. Así que muchos restaurantes han conservado la tradición, y sirven ñoquis cada 29 del mes (nos quedamos con la duda de qué pasará en febrero de los años no bisiestos). Nosotros anduvimos despistados, y pedimos unos ñoquis con verdura el 28, así que al día siguiente optamos por unas degustaciones de quesos y vinos locales.

Colonia de Sacramento está a únicamente una hora (en el barco rápido) de Buenos Aires, así que compramos el billete para el ferry que nos iba a llevar a la capital de Argentina. No contábamos con el mal tiempo, así que en el momento de escribir esto, nos encontramos en el puerto de Colonia esperando a que llegue el barco desde Buenos Aires, retrasado por la niebla. Como no tiene pinta de llegar en breve, es una buena excusa para tomar un café y gastar nuestros últimos pesos uruguayos…

Restaurante "Drugstore" en Colonia de Sacramento

Restaurante «Drugstore» en Colonia de Sacramento

Calle de los Suspiros

Calle de los Suspiros

Muelle en el centro histórico de Colonia

Muelle en el centro histórico de Colonia

Muelle en el centro histórico de Colonia

Muelle en el centro histórico de Colonia

Puerta fotogénica en la Calle de los Suspiros

Puerta fotogénica en la Calle de los Suspiros

Quesos y vino uruguayos

Quesos y vino uruguayos

29, día de los Ñoquis

29, día de los Ñoquis

 

Precios medios

Merienda supuestamente para una persona: 5 Euros

Corte de pelo en Montevideo: 5 Euros

Degustación de quesos y vino uruguayo para dos personas: 15 Euros

Ferry Rápido Montevideo-Buenos Aires: 30 Euros