En busca de los Hobbits
17-30 de abril de 2012
140 kms al norte de Ohakune está Taupo, una ciudad pequeña de 20.000 habitantes. La ciudad no es muy bonita, pero está situada en la orilla del lago Taupo y a lo lejos se ven los picos nevados del Tongariro. Como de costumbre pasamos primero por la oficina de turismo para un poco de información y mapas y nos fuimos al camping previsto. El complejo de camping era enorme y la recepción parecía más bien de un hotel. Cerca del camping empezaba un sendero que seguía el río durante unos 4kms y nos llevaba a las cascadas Huka. El río Waikato es el más largo de Nueva Zelanda y muy fuerte, hay varios estaciones hidroeléctricas durante su recorrido.
Por la noche aprovechamos las excelentes instalaciones del camping, entre ellas, la piscina climatizada (¡40C!).
El día siguiente nos quedamos para ver Taupo y alrededores e hicimos otra ruta de unos 14kms a lo largo del río Waikato, desde las cascadas Huka hasta una gran presa. Taupo es famoso por sus piscinas y fuentes termales y hay muchos balnearios y cosas por el estilo. Pero para los ahorradores hay una alternativa gratuita! No muy lejos del centro, donde empieza el sendero a las cascadas Huka, hay un arroyo muy caliente que desemboca en el río Waikato. Nos lo pasamos muy bien allí con muchas familias maoríes. Al otro lado del río descubrimos una zona de acampada gratuita y allí nos quedamos la noche.
Nos despedimos de Taupo y seguimos hacia el norte, (con alguna parada para una ruta de senderismo) a Rotorua. Esta ciudad nos resultó demasiado turística, teníamos pensado quedarnos dos noches pero al final solo fue una. Rotorua y alrededores es famosa por sus fuentes termales, geiseres y piscinas de lodo caliente – ¡y el olor a huevo podrido! Para ver algo de estas cosas geotermales en general hay que pagar bastante, el sitio más famoso cobra más de 50 dólares por un circuito de 1hora. Así que, como siempre, una visita a la oficina de turismo – y voilà- hay un parque municipal con piscinas de lodo muy apestosas, arboles cubiertos de barro y piscinas termales. Entrada: gratuita. En Rotorua hay que salirse bastante del centro para acampar. Nos fuimos a un sitio del DOC a unos 20 min de la ciudad. Pero descubrimos que fue un destino en sí mismo- situado en la orilla de un pequeño lago y rodeado de montanas.
Siguiente destino: Cambridge, supuestamente el pueblo mas anglofílico de todo el país y lo más parecido a la tierra patria. ¡La verdad que es no vimos mucha semejanza! Pero era un sitio agradable y el camping era barato. Aprovechamos este día para curarnos de las ampollas de los pies y tomar buen café en uno de los sitios acogedores de este pueblo.
El día siguiente hicimos unos 40km para llegar a Matamata, aka Hobbiton. Es de visita obligatoria para todos los fans de ESDLA, y hay muchos…
A pocos kms del pueblo, entre ondulantes colinas verdes, Peter Jackson encontró un lugar ideal para crear el pueblo de los Hobbits. Y la verdad es que se lo curró bastante- desde que firmaron los papeles con los dueños de la tierra (eran agricultores que en la vida habían oído de “¿El señor de los qué?”) tardaron un año en construir las casitas de los hobbits, el bar, el molino y todo lo demás. Pero tras la grabar la trilogía, por derechos de reproducción, todo fue destruido. Lo único que quedaba eran unos agujeros en las colinas, y sin embargo, venían fans de todo el mundo para verlo.
¡Ahora es el momento para ver Hobbiton! Hasta noviembre el año pasado el sitio estaba cerrado por la grabación de la película El Hobbit, y esta vez los agricultores fueron más listos y negociaron mejor- todo se queda tal cual sale en las películas.
La visita desde luego vale la pena, los paisajes son preciosos y te cuentan mil anécdotas graciosas. Qué pena que no estuviéramos aquí hace 6 meses, pero quizás no habíamos pasado el casting- la altura máxima para los hobbits era de 1,63m.
No había ningún sitio barato de acampada cerca de Matamata así que por la tarde nos fuimos hasta el cañón de Karangahake, a un sitio del DOC. Por la mañana nos dimos cuenta que era una zona muy bonita, e histórica. Por aquí vinieron los primeros colonos para buscar oro y construyeron ferrocarriles, puentes colgantes y largos túneles por la montana. Aquí hicimos una ruta de unas 3 horas pasando por un túnel de 1 km de largo y oscuras minas subterráneas (imprescindible linterna).
Ya se acercaba el día para despedirnos de nuestra caravana y la ultima la noche la queríamos pasar cerca de Auckland. La mejor opción nos parecía un camping en Takapuna, uno de los suburbios del norte con una playa bonita. De hecho, la playa y el ambiente nos recordaba (aunque de forma remota) a Bondi Beach en Sidney, gente guapa y rica paseando con sus perros y carritos de bebes con un “latte” en la mano. El camping era muy pequeño, pero en primera fila junto al mar.
Ya se acababa las rutas de senderismo, los baños ecológicos sin agua y las comidas a base de latas. Habíamos reservado ya con antelación nuestro alojamiento en Auckland, donde queríamos quedarnos una semana para hacer un poco de turismo urbano y preparar cosas para Sudamérica. Nuestro hostal era más bien una antigua mansión con apartamentos y una cocina compartida – el maravilloso Red Monkey Manor. Es una típica casa de madera muy grande con 15 habitaciones con baño propio, frigorífico y tv. Abrieron el año pasado así que todo es muy nuevo, incluidas las cristaleras y las tostadoras de marca. Es el sitio ideal para estancias de una semana o más! Además el barrio, Ponsonby, es famoso por su multitud de restaurantes de todo el planeta y cafés bohemios. El mejor sitio para desayunar de Auckland, Dizengoff, está a 50m (¡los huevos a la Benedict están buenísimos!).
Aprovechamos esta semana para hacer cosas y recados que teníamos pendientes y para comer, comer y comer! En Auckland se come muy bien y barato en los grandes “food courts”, un espacio grande con muchos puestos de comida de diferentes países y un espacio en común para sentarse. Ideal cuando no nos poníamos de acuerdo: uno pedía un bento japonés y el otro un pad thai.
Con todo esto acaba nuestra aventura en el país de los kiwis. La isla Sur nos ha parecido más bonita, pero la isla Norte también tiene muchos encantos urbanos (y el fantástico P.N. Tongariro). Sin duda alguna, este país estará en nuestros favoritos del viaje y ha dejado el listón muy alto. Ahora toca un viaje en el tiempo ya que salimos de Auckland el lunes a las 16h y llegamos a Santiago de Chile 4 horas antes. ¡Menudo jetlag!
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