22-26 de septiembre de 2011
Tras una semana de vacaciones bien merecidas en Goa seguimos nuestro recorrido por el Sur de la India. Siguiente destino: Hampi. De Margao cogimos un tren a Hospet (350 km =7h), la ciudad más cercana al pequeño pueblo de Hampi, a unos 30 min en rickshaw.
Nos encontramos con un pueblo muy muy rural y no lo habíamos esperado así. Es difícil creer que en el siglo XVI Hampi fuera una capital con medio millón de habitantes. La calle principal de tierra, está llena de vacas, perros, gallinas y cabras (y algún que otro mono). También mucha pobreza. Detrás están unas pequeñas calles con algunas hostales, bastante básicos, restaurantes que no ganarían ninguna estrella Micheline y algún que otro cybercafé. Quizás porque era temporada baja, pero Hampi es un lugar infinitamente más tranquilo que todos los sitios que hemos visitado en la India y la diversión nocturna consiste en mirar las estrellas o tomar un lassi en el tejado del hostal (De hecho, por ser un pueblo con templos sagrados, están prohibidos el alcohol y la carne).
En el mismo pueblo hay un templo muy bonito (con un elefante llamado Laxmi que como cocos), pero las verdaderas maravillas están a unos kilómetros. Decidimos hacer un poco de deporte y fuimos andando a todos los sitios (unos 7km en total pero bastante pesado por el calor). El templo Vittala del siglo XVI es bastante impresionante (y su famoso carro hecho de piedra que una vez caminaba de verdad). El recinto real unos kilómetros al sur tampoco decepciona. Estos son los únicos sitios en los que hay que pagar entrada. Pero en los alrededores de Hampi hay muchísimas ruinas, a veces incluso habitadas, situadas entre plantaciones de plátanos en un paisaje muy rocoso. Quizás esto es lo que más nos ha gustado de Hampi – ese ambiente tan rural.
Otro día alquilamos unas bicis para poder hacer más kilómetros. En un momento tuvimos que cruzar un río. Según el “oráculo” (nuestra inseparable Lonely Planet) se estaba construyendo un puente – vimos un puente pero estaba totalmente colapsado en la mitad así que cruzamos con las bicis en un pequeño barco. El otro lado era aún más rural, pasamos por pueblos sin huella de turismo y campos de verduras.
Nos quedamos en Gopi Guesthouse, en un sitio recomendado en la Guía que no está demasiado mal. Cenamos en el tejado todas las noches, en principio no pensamos que la comida fuera gran cosa pero después de unos días descubrimos que el listón no estaba demasiado alto aquí.
Para todos los que vengáis a Hampi: no os perdáis el mango lassi que preparan en el restaurante “Mango tree” en la orilla del río (se llama así porque el restaurante está debajo de un árbol de mango enorme).
Precios medios en Hampi:
Alquiler de una bici por un día: 70 céntimos
Habitación en Gopi Guesthouse: 10 euros
Entrada a al templo Vittala y Recinto: 4 euros
Por Gunilla:
Hej!
Hoppas att ni har det bra där ni är – djupt inne i djungeln!
Spännande med båtfärden över floden…Och templen ser speciella ut.
Här är det brittsommar, så det kan nog bli sista ölandshelgen med skördefest….
Ikväll går vi på bio och ser en fransk film på Palladium. Hörs när ni har internet igen!! Tänker på er!!! Många, många kramar från mamma