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3 agosto, 2012

20 cosas que hemos aprendido en 1 año de vuelta al mundo

Sí, ya es oficial. Un 3 de agosto de 2011 comenzaba nuestro viaje con el vuelo a Delhi. ¡Parece que fue ayer! Aquí os dejamos con algunas de las cosas que hemos aprendido en la “universidad del mochileo”.

 

Un 3 de agosto de 2011, a punto de iniciar nuestra aventura

Un 3 de agosto de 2011, a punto de iniciar nuestra aventura

Un año más tarde: más barba, menos kilos, y muchas experiencias acumuladas

Un año más tarde: más barba, menos kilos, y muchas experiencias acumuladas

 

1. El mundo es un lugar más seguro de lo que pensamos

A veces vivimos tan metidos en nuestro mundo, que pensamos que cualquier lugar que quede fuera de nuestras fronteras está lleno de peligros. ¡Nada más lejos de la realidad! Si bien es cierto que como viajeros tomamos ciertas precauciones, y aplicamos nuestro sentido común, no hemos tenido ningún problema de seguridad en ninguno de los 13 países que hemos visitado hasta la fecha. Os podemos asegurar que las calles de Delhi no son más peligrosas que las de Madrid.

 

2. No debemos hacer caso de las noticias

Para muestra, citamos aquí lo que dice nuestra guía de viajes de Colombia:

“Cuando se viaja a Colombia, es mejor olvidar todo lo que se ha oído de ella, sobre todo si la persona que lo ha contado ni siquiera ha pisado el país. A pesar de que se la ha demonizado durante décadas, en la actualidad es un destino seguro, accesible y emocionante, en el que uno encuentra todo lo que va buscando….” (Sudamérica para Mochileros, Lonely Planet)

¡No podríamos haberlo expresado mejor! Quizás porque las malas noticias “venden”, les prestamos una gran atención. Y sin embargo podemos asegurar que hay cientos de miles de buenas noticias que no aparecen en los medios de comunicación.

 

3. La mayoría de la gente es buena

“Sí, pero yo he oído que los de xxx/yyy/zzz son malos, les roban las chuches a los niños, y devuelven las cintas al videoclub sin rebobinar”. ¡No, no y no! La mayor parte de las personas con las que nos hemos cruzado, y han sido unas cuantas, tienen buenas intenciones, y sean de donde sean, hacen todo lo posible por ayudar a los viajeros (y a los suyos). Relacionado con esto, tenemos la siguiente…

 

4. No somos tan diferentes

Uno podría creer que viviendo en culturas/religiones/lugares tan distintos, deberíamos tener distintos objetivos en la vida. Según nuestra experiencia, nada más lejos de la realidad. La familia, los buenos momentos con los amigos, etc. son algo apreciado en todo el mundo, en lugares tan distintos aparentemente como India, Australia o Argentina.

 

5. No somos los únicos haciendo un viaje similar

Incluso a nosotros, que llevábamos varios años planeando esta vuelta a l mundo, nos ha sorprendido la cantidad de personas que durante 1/3/6 meses, un año, o incluso el resto de la vida, se dedican a recorrer el mundo, muchos sin rumbo fijo, y sin siquiera saber dónde van a vivir una vez acabado su viaje (si es que acaba).

 

6. Cualquiera puede hacer un viaje de estas características

Nos hemos cruzado con mucha gente que, al contarles sobre nuestro viaje, su primera respuesta es algo similar a “me encantaría hacer un viaje así, pero no puedo porque (insertar nuestra excusa favorita aquí)”. Si bien es cierto que un viaje así exige sacrificios (tanto antes como durante el viaje), y que hemos sufrido incomodidades que quizás para muchos sean inaceptables, hemos conocido a lo largo de este año a gente de 18 años, de más de 70, haciendo autostop para poder viajar, trabajando durante el viaje, durmiendo en tienda de campaña, estudiantes, parados, solteros, casados, divorciados… Lo que prueba, en nuestra opinión, que salir de viaje está al alcance de casi todos.

 

7. No estamos tan mal

Cada vez que miramos las noticias en España, la cosa pinta peor. El paro sube, la bolsa baja, la sobrina (¿o era prima?) de un tal riesgo se dispara… Dejadme que os cuente un secreto: A pesar de nuestros problemas, ¡SOMOS UNOS AFORTUNADOS! La mejor manera de darnos cuenta de esto es, sin duda alguna, salir de viaje y comprobar de primera mano las historias de otras personas. Lo cual nos lleva al siguiente punto…

 

8. A apreciar lo que tenemos

Cosas que damos por hecho, tan sencillas (o no) como electricidad, agua caliente, conexión a Internet, una variedad de comida, un baño limpio… Son lujos con los que millones de personas no pueden contar, y no es hasta que llegas a un hostal en la India, y tienes que ducharte con ayuda de un cubo y un jarro, cuando aprendes a valorar lo que tienes en casa. Y no sólo echas de menos tu ducha, sino también a tu familia y amigos, las principales razones (junto a la tortilla de patatas de mi abuela) que nos hacen ilusionarnos con la vuelta a casa.

 

9. No necesitamos mucho para viajar

Como dice nuestra amiga Damaris, con el pasaporte y la Visa se llega a cualquier parte. Como llevamos nuestra casa “a cuestas” como los caracoles, hemos tenido que seleccionar nuestro equipaje: un poco de ropa, una bolsa de aseo y un par de aparatejos han sido suficientes para un año. Y si hubiésemos sido un poco más estrictos, podríamos haber eliminado un par de kilos del equipaje sin problema…

 

10. Nuevas habilidades

Andábamos con la duda… ¿Qué tal quedará en nuestro Currículum “16 meses de viaje por el mundo”? Si bien a algunos entrevistadores les puede echar para atrás, os podemos asegurar que nuestras habilidades de negociación, planificación, comunicación, toma de decisiones, gestión de riesgos etc. han surgido una drástica mejoría.

 

11. La comunicación siempre es posible

Si bien alguna vez nos ha tocado señalar a una planta para indicar que queríamos verduras con nuestro arroz, o gesticular un poco, os podemos garantizar que el no disponer de un idioma común no es impedimento para comunicarse. Bien es cierto que facilita las cosas (y aquí en Sudamérica, con nuestro idioma común el español lo hemos comprobado), pero podéis tacharlo de la lista de excusas! Con cuatro palabrillas de inglés es suficiente para lanzarse a la aventura.

 

12. Es muy fácil hacer amigos

Nos ha sorprendido la cantidad de gente que deciden hacer un viaje de larga duración solos. Y lo de solos es un decir, porque iniciar una conversación entre viajeros es la cosa más fácil del mundo. Y como todos andamos necesitados de compañía, compartir un tramo del trayecto, cenas, excursiones y experiencias es algo más que habitual. Un consejo: si uno no quiere quebrarse la cabeza, la frase más recurrida es: ¿de dónde eres? Esas 3 palabras pueden dar lugar, y nosotros damos fe, a una larga amistad.

 

13. De vez en cuando, deja de lado la guía de viajes

Aunque nuestra “Lonely Planet” es como la Biblia, y nos costaría enormemente viajar sin ella, de vez en cuando viene bien dejarla de lado e improvisar. ¡Puede surgir toda una aventura!

 

14. No es tan caro como uno pensaría

Si uno elige con cuidado sus destinos, puede vivir por unos pocos Euros al día, más barato incluso que en nuestros propios países. Quizás haya que prescindir de algunos lujos, pero eso es parte de la aventura, ¿o no?

 

15. Internet está presente en (casi) cualquier sitio

Para alivio de un amante de la tecnología como yo, os podemos contar que en prácticamente todos los hostales en los que hemos estado tenían Internet. Y en los que no, había un cibercafé muy cerca. Como anécdota, hablando con un viajero que estuvo en una de las 10.000 islas en Laos, nos contaba que hace 2 años, cuando él fue, sólo había electricidad unas pocas horas al día… En nuestro caso, ¡teníamos hasta WiFi en el hostal!

 

16. Qué difícil es aprender el español

Esto se puede ver más fácilmente en este vídeo. ¡Qué dolor de cabeza!

 

17. Los mejores recuerdos no siempre salen de los lugares más turísticos

Si bien es cierto que hay lugares que uno no debe perderse por nada del mundo (léase el Taj Mahal, o Angkor Wat), a veces las mejores experiencias tienen lugar en un tren, un hostal o en un mercadillo.

 

18. Es necesario tomar un descanso de vez en cuando

Quizás no nos creáis, pero os lo podemos garantizar desde nuestra experiencia: ¡viajar es un trabajo duro! Coordinar la salida del autobús el martes con la excursión que sólo sale los viernes, buscar un lugar donde dormir (a ser posible libre de chinches), un sitio para comer, o la manera más económica de llegar de A a B requiere su tiempo, y da más de un dolor de cabeza. Es por eso que a veces hemos decidido tomarnos unos días de descanso en varios lugares, sin otra preocupación que buscar un sitio donde preparen el mejor café de la ciudad.

 

19. En todo el mundo han descubierto lo que le gusta a los mochileros

En cualquier lugar, sea el continente que sea, donde hay afluencia de mochileros, podrás encontrar un menú similar (cappuccinos, brownies, cerveza), papel higiénico, ropa “local” que ningún lugareño se pondría nunca, actividades variadas (cambian según la región, pero suelen incluír: cabalgatas, trekking, tirolina, subida a tal volcán/cañón/cima/monte…). En “backpackistans” tan variados como Chiang Mai (Tailandia), Dharamsala (India), Ubud (Bali), Pucón (Chile), Bariloche (Argentina), Queenstown (la gran capital de las actividades en  Nueva Zelanda) hemos podido dar fe de esto, y acompañar nuestro cappuccino de un buen brownie.

 

20. [En construcción]

Hemos pensado que 20 es un número más redondo, pero como a más de 3.000 metros de altura escasean el oxígeno y la inspiración, no hemos sido capaces de encontrar uno más. ¿Nos echáis una mano?

 

Estamos deseando oír (bueno, leer) vuestros comentarios: para todos los que nos leéis, ¿qué habéis aprendido en vuestros viajes?

24 junio, 2012

Pregunta para nuestros lectores: ¿Cuántas maravillas del mundo has visto?

Queremos hacer esta entrada un poco más interactiva, así que en lugar de escribir nosotros, ¡os preguntamos!

En la página http://www.hillmanwonders.com tenéis una lista de las que Howard Hillman, después de décadas de viaje, considera las 100 maravillas del mundo (por supuesto es algo subjetivo y totalmente discutible).

De la lista, llevamos vistas 40 (8 de ellas en este viaje); previstas para los próximos meses están el Machu Picchu (nº7), las Cataratas de Iguazú (nº 9), o el Amazonas  (nº 11).

¿Cuántas de ellas has visto? ¿Cuáles te gustaría visitar? ¿Echas alguna en falta? ¡Esperamos escuchar vuestra opinión! Deja tu comentario más abajo

En el Taj Mahal (número 3)

En el Taj Mahal (número 3)

3 febrero, 2012

Ya llevamos 6 meses de viaje!

Pues eso, hace exactamente 6 meses, un 3 de agosto de 2011 (¡parece que fue ayer!), volábamos a Delhi, sin tener ni idea de lo que nos deparaba el futuro.

Hoy, 6 meses más tarde, seguimos sin tener ni idea 🙂

Esto es lo que han dado de sí:

  • 7 países visitados (India, Singapur, Tailandia, Laos, Camboya, Malasia, Indonesia), todos dentro de Asia
  • 10 vuelos (eso era fácil de contar), e innumerables horas en autobuses, trenes, rickshaws, taxis… 1 paseo en elefante (ese también era fácil de contar)
  • Hemos aprendido a decir «hola» y «gracias» en cerca de 10 idiomas
  • En el plano culinario, muchos cappuccinos (algunos mejores que otros), algún que otro crèpe con plátano, zumos de futas, mucho mucho arroz y decenas de especias de las que desconocemos el nombre
  • Cientos de experiencias inolvidables
  • Numerosas charlas con viajeros y gente local

En cualquier caso, ¡seguimos con la misma ilusión del primer día!

En menos de una semana estaremos en Australia, visitando un nuevo continente, ¡seguiremos informando!

Para celebrar estos 6 meses, invitamos a todos nuestros lectores que estén en Bali el día de hoy a un plato de arroz frito con verduras y un zumo de mango 🙂

 

P.D. Para los que no se hayan dado cuenta, hemos añadido una opción para suscribirse por e-mail a nuestro blog (a la derecha), sé el primero en enterarte cuando hay un nuevo post!

30 diciembre, 2011

Por qué (y por qué no) dar la vuelta al mundo?

Por qué no:

Para encontrarte a ti mismo

Para ello no necesitas estar perdido en la India, en las playas de Tailandia o navegando por el Mekong, ¡puedes hacerlo desde casa!

Para huir de tus problemas

Si esta es tu única motivación para viajar, tenemos noticias para ti: tus problemas probablemente estarán esperándote a la vuelta.

Para relajarte y olvidar el estrés

Relajación? ¡Ja! Cada día toca pensar dónde vas a dormir, qué vas a comer… Todo ello mientras echas un ojo a tu mochila para que no te la roben, y te preguntas diez veces si el vendedor o el conductor del taxi está intentando timarte, e intentas hacer un cálculo mental rápido de cuánto cuesta la dichosa entrada en euros…

Para descansar

Es cierto que habrá algunos días en los que tu única ruta sea cama-restaurante-cama-restaurante-cama, pero también habrá largas noches en aeropuertos, días en los que hay que levantarse a las 4 de la mañana para coger un autobús, o trenes/autobuses nocturnos en los que puede que te cueste conciliar el sueño.

Para llegar al destino

En un viaje así, una cosa está clara: lo importante es el camino.

Para visitar los monumentos más famosos del mundo

Por supuesto, para gustos los colores. Pero desde aquí os podemos decir que nuestras experiencias más memorables no han sido visitando los lugares más turísticos; mucho más enriquecedores han sido las pequeñas aventuras o el contacto con gente local, de los que hemos aprendido valiosas lecciones.

Para ser un pionero

En todos los países hemos conocido a gente que está dando la vuelta al mundo; incluso en Agra conocimos la historia de una pareja que lleva viajando… desde 2003 (haced las cuentas!). También en Laos encontramos a otra que daba la vuelta al mundo… montados en bici, a una media de 100 km. diarios!

 

Por qué sí:

Para conocer a personas realmente interesantes

Viajeros somos, y en el camino nos encontraremos, dice (más o menos) el refrán. Si decides echarte la mochila al hombro y salir de viaje, no dejarás de conocer a numerosos viajeros, en cualquier hostal, restaurante o café, dispuesto a contarte sus aventuras. Pero además del contacto con viajeros, las experiencias con la gente local son siempre remarcables.

Para apreciar lo que tienes en casa

Cuando llegas a un lugar sin agua caliente y con cortes continuos de luz, te das cuenta que algunas cosas que damos por hecho no lo son tanto. Seguramente, los baños públicos de tu país te parezcan relucientes después de lo que encuentras a lo largo del viaje. Además, probablemente no tardes mucho tiempo en empezar a echar de menos a tu familia y amigos (apuntaos al viaje!).

Para poner en perspectiva tus problemas

Como cuenta la historia: “estaba preocupado porque no tenía zapatos… hasta que conocí a un hombre que no tenía pies”.  Cuando sales de viaje, conocerás a personas que no han tenido tanta suerte en la vida, algo que te hará replantearte seriamente la gravedad de lo que hasta entonces tenías la osadía de llamar «problemas».

Para practicar tu paciencia

Cuando tienes que pasar toda la noche en un autobús parado porque ha habido un desprendimiento, o tu viaje medio en cualquier medio de transporte sea de unas 6 horas, dejarás de preguntarte: “¿cuándo llegamos?”, y en lugar de eso te pondrás un poco más cómodo en tu asiento, bebes un trago de agua y continúas sin perder la sonrisa.

Para aprender (o confirmar) que los seres humanos no somos tan diferentes como pensamos

Una de las cosas que aprendimos rápidamente es que, por suerte, la realidad “ahí fuera” no se parece mucho a lo que nos venden en las noticias. El mundo fuera de nuestros países no está lleno de terroristas, asesinos, enfermedades mortales o desastres naturales. Como las meigas, “haberlos haylos”; sin embargo algo que hemos aprendido es que las personas, a pesar de nuestras diferentes razas, culturas, religiones, creencias… no somos tan diferentes, y que el 99,99% de las personas sólo desean llevar una vida pacífica, con los suyos, y disfrutar de la vida.

Para hacer de tu día a día una aventura

Si sientes que la rutina te puede, que los días pasan sin mayor novedad, o que semana tras semana el menú es el mismo, esta es tu solución. Puedes dormir en sitios insospechados, probar platos típicos locales, o montar en medios de transporte que nunca habrías imaginado.

Para aprender geografía e historia

Para los que las tenemos olvidadas desde tiempos del instituto, ahora podemos nombrar sin titubear la capital de Laos, el nombre del dios hindú con cabeza de elefante, o el líder de los Jémeres Rojos.

 

Conclusión:

Mark Twain lo explicó mejor que nadie, cuando dijo su famosa frase de “Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que sí. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros,  coge los vientos alisios. Explora. Sueña.”.

Las razones por las que sí son mil veces más interesantes y divertidas que las del no, así que… ¡esperamos encontraros más adelante en el camino!

 

Os dejamos con un vídeo en el que Bruce Springsteen, precisamente, nos invita a encontrarnos Further on up the road (más adelante en el camino):

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=QzZnsfe1MFY[/youtube]

 

22 noviembre, 2011

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Como a veces no nos da tiempo a actualizar el blog (en algunos lugares una conexión a Internet es un lujo), hemos pensado utilizar Twitter para actualizaciones más cortas (y frecuentes), no podemos tener a nuestros fans abandonados 🙂

 

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