Al día siguiente tomamos (en castellano, cogimos) un vuelo a Iguazú, y después de dejar las maletas en el hostal Garden Stone, probamos las hamacas, e incluso los más valientes pudimos bañarnos en la piscina. Por la tarde salimos a dar un paseo hasta el hito de las Tres Fronteras, donde se unen los ríos Iguazú y Paraná, y se delimitan las fronteras de Paraguay, Brasil y Argentina, desde donde se puede ver un espectacular atardecer.
El domingo 15 nos levantamos antes del amanecer, para evitar aglomeraciones, y como a quien madruga Dios le ayuda, pudimos disfrutar una bonita salida del sol desde el hostal mientras desayunábamos… ¿a que no sabéis qué? Pues sí, medias lunas y café con leche. Llegamos al Parque Nacional de Iguazú con los primeros grupos de turistas, y fuimos directos a la Garganta del Diablo, la caída de agua más espectacular del parque, y probablemente del mundo. Lo que vivimos allí no se puede explicar con palabras, ni por muchas fotos y vídeos que hiciésemos, podríamos volver a vivir la sensación del agua cayendo desde 80 metros de altura. Continuamos la visita con el paseo superior, desde el que se observan espectaculares vistas de las cataratas junto al arco iris, y donde también conocimos a otro grupo de mochileros españoles, unos simpáticos mallorquines con los que compartimos experiencias. A media mañana teníamos reservada la Gran Aventura Náutica, que comenzó con un viaje en jeep donde nos contaron la historia del parque y algunas cosillas sobre su fauna y flora. Pero lo bueno venía después, cuando nos pusimos bañadores y chanclas, guardamos todas nuestras pertenencias casi herméticamente, y nos montamos en el bote con los chalecos salvavidas. El guía Casimiro y su tripulación nos llevaron a pie de cataratas, donde vivimos una fortísima inyección de adrenalina bajo el agua. Después de secarnos y cambiarnos de ropa dimos un paseo, que terminó en el Sheraton Hotel & Resort, donde tomamos un café con unas maravillosas vistas de las cataratas.
Al día siguiente amaneció lloviendo, aunque nada nos frenó, y pusimos rumbo a Brasil para ver las cataratas desde el otro lado, pero esta vez fuimos sólo 5, pues nuestra guía habitual acusó el cansancio y el frío de los días anteriores. El resto de la expedición visitamos el Parque Nacional do Iguaçu, y disfrutamos de unas vistas diferentes de las cataratas. La visita al lado brasileño es algo más breve, pero totalmente recomendable, pues te acercas tanto a las cataratas, que casi puedes poner la mano debajo de la cascada. Las vistas son increíbles. Por la tarde regresamos al hotel y compartimos un vino mendocino con otro de los huéspedes, y terminamos la jornada con una tranquila cena y un nuevo juego de cartas que Raúl importó en su travesía por Asia.
Con esto concluye la primera parte de nuestro viaje, que nos ha dejado unas impresiones muy agradables de Argentina, de sus gentes, sus contrastes, y sobre todo muchas ganas de continuar nuestro viaje por la región de Salta, en la que ya nos encontramos. Como última reflexión me gustaría destacar el gran número de mochileros que hemos conocido, y que me lleva a pensar si no seremos nosotros los raros, haciendo un solo viaje, cuando hay tanta gente viajando, conociendo mundo, y sobre todo, hay tanto mundo por conocer ahí fuera, en lugar de quedarse en casa preocupándose de si España gana la Eurocopa, o si una tal “prima de riesgo” sube o baja…
Espero no haberos aburrido mucho, y os animo a comentar, que dicen los dueños del blog que tenemos esto muy parado. Ahora me despido hasta dentro de unos días cuando os contemos (con el permiso de Hanna y Raúl) la segunda parte de nuestro viaje. Un saludo desde Salta.
Por tia Maty:
Nos estais poniendo unos dientes…., los conejos se quedan sin dientes. ME ALEGRA MUCHO LO BIEN QUE LO ESTAIS PASANDO, como volvereis muy cansados espero nos juntemos a descansar delante de unas buenas pastas y un café para disfrutar personalmente de vuestra experiencia. Un besazo
Por raul:
Lo del café con pastas suena muy muy bien!
Como la tropa criptanense nos han dejado agotados (era duro seguir su ritmo!), nos hemos tomado unos días libres y estamos de relax por aquí…
Ya faltan menos de 4 meses para vernos, ¡qué ganas!
Un beso muy fuerte!!!